La Virgen del Carmen —Patrona del Pueblo del Mar, los Carmelitas y del Escapulario— es honrada el 16 de julio. Esta novena, rezada del 7 al 15 de julio, recuerda la protección maternal de María, su promesa del Escapulario y su intercesión constante. Con ella pedimos alcanzar la gracia de vivir en amistad con Dios y perseverar hasta llegar al monte de la eternidad.
Paseo crepuscular con los discípulos de Emaús. Un desconocido explica las Escrituras, la hospitalidad abre la puerta, y en el pan partido arde el corazón. Ideal para cerrar el día con consuelo.
Meditación nocturna guiada sobre el Salmo 23. Tres movimientos —confianza, valor, gratitud— con visualización y un desvanecimiento para dormir en presencia del Pastor.
Novena tradicional en honor de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, proclamando que fue preservada de toda mancha de pecado original desde su concepción. Se reza durante nueve días —del 29 de noviembre al 7 de diciembre— como preparación a la solemnidad del 8 de diciembre, pidiendo a la Virgen pureza de corazón y crecimiento en las virtudes cristianas.
La Novena a Santa Teresita del Niño Jesús —la "Pequeña Flor" de Lisieux (1873-1897), doctora de la Iglesia y patrona universal de las misiones— introduce a los fieles en el camino de infancia espiritual: hacerse pequeño ante Dios, abandonarse con confianza absoluta y ofrecer los actos ordinarios con amor extraordinario. Su promesa de "pasar el cielo haciendo el bien en la tierra" y de hacer caer una "lluvia de rosas" ha suscitado innumerables gracias. A lo largo de nueve días se meditan las virtudes de Teresa, se implora su intercesión y se pide la gracia de amar a Jesús con sencillez y ardor misionero.
La Santísima Virgen María se apareció a san Juan Diego en el cerro del Tepeyac (México) del 9 al 12 de diciembre de 1531, dejando impresa su imagen en la tilma y ofreciendo consuelo y esperanza a todo el continente americano. Del 3 al 11 de diciembre, esta novena prepara la gran fiesta del 12 de diciembre, profundizando en el mensaje de amor, unidad y evangelización que la ‘Morenita del Tepeyac’ confió a sus hijos.
Acción de gracias a Dios por el regalo de nuestros seres queridos.
Invocación cariñosa al Niño Jesús para sentirse acompañado.
Relato contemplativo para dormir que te lleva, con respiración guiada y un lenguaje suave, hasta el establo de Belén: María y José, el nacimiento del Niño, los pastores, y un desvanecimiento final pensado para conciliar el sueño en paz.