La Novena a San Judas Tadeo es una devoción de nueve días dirigida al «apóstol de las causas difíciles y desesperadas». San Judas Tadeo, primo del Señor e hijo de María de Cleofás, es invocado desde los primeros siglos de la Iglesia cuando las pruebas humanas parecen no tener solución. A través de esta novena los fieles meditan en la confianza absoluta en el poder de Dios, la fortaleza en la adversidad y la esperanza que nunca defrauda, pidiendo la intercesión poderosa del santo apóstol. Rezarla prepara el corazón para su fiesta litúrgica (28 de octubre), renovando la fe en que “para Dios nada hay imposible” (Lc 1,37).
Tradicionalmente se reza del 19 al 27 de octubre, culminando el 28 (su fiesta), aunque puede hacerse en cualquier época de necesidad. Cada día comienza con el Acto de Contrición, seguido de la oración inicial a San Judas Tadeo. Luego se lee la intención y reflexión propias y se reza la oración del día. Para concluir, se puede añadir la oración final diaria y, al término de los nueve días, las letanías a San Judas. Se recomienda confesarse y participar en la Eucaristía durante la novena.
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