La Novena a Nuestra Señora de Fátima conmemora las apariciones de la Virgen María a los tres pastorcitos —Lucía, Francisco y Jacinta— en la Cova da Iria (Portugal) entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917. Su mensaje, centrado en la conversión, la oración—especialmente el Santo Rosario—, la reparación por los pecados y la consagración al Inmaculado Corazón de María, sigue siendo una llamada urgente para la Iglesia y el mundo. Durante estos nueve días, los fieles profundizan en cada aspecto de las enseñanzas de Fátima, pidiendo la intercesión de la Virgen para obtener paz, el fin de los conflictos, la conversión de los pecadores y la santidad personal.
Tradicionalmente se reza del 4 al 12 de mayo para culminar el 13 de mayo, fiesta de Nuestra Señora de Fátima, aunque puede iniciarse en cualquier momento. Cada día comienza con el Acto de Contrición, seguido de la oración inicial a la Virgen. Luego se proclama la intención y reflexión correspondientes y se reza la oración del día. Al final se puede añadir la jaculatoria y la oración final diaria. Tras los nueve días, se rezan las letanías a Nuestra Señora de Fátima con su versículo y oración conclusiva. Se recomienda confesarse, participar en la Eucaristía, rezar el Rosario diariamente y ofrecer algún acto de sacrificio por la conversión de los pecadores durante la novena.
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