4 de julio de 2025
El Papa León XIV recibió al Primer Ministro montenegrino Milojko Spajić en el Palacio Apostólico el 4 de julio de 2025.
Aunque las relaciones diplomáticas datan de 2006, este fue el primer encuentro personal entre el actual Pontífice y el joven líder balcánico.
El tono cordial señaló continuidad con el compromiso de larga data de la Santa Sede con el diálogo hacia las pequeñas naciones europeas que a menudo se sienten ignoradas.
La visita tuvo lugar el 4 de julio, una fecha que resuena para muchos con la libertad y las aspiraciones nacionales.
Para Montenegro, que recuperó su independencia hace menos de dos décadas, la audiencia subrayó su voz soberana dentro de la familia de naciones.
Para los católicos de todo el mundo, la escena recordó la enseñanza de la Iglesia de que “las naciones tienen derecho a su propio desarrollo justo” (Gaudium et Spes 73).
Tras el tradicional intercambio de fotografías, el Papa León XIV obsequió a Spajić una medalla de bronce que representa la profecía de paz de Isaías.
El Primer Ministro ofreció tallas artesanales de madera de la Bahía de Kotor, reflejando la herencia cristiana de Montenegro que precede al Gran Cisma.
Observadores notaron la referencia deliberada del Papa a las “raíces bautismales comunes” en la región adriática, en eco de sus prioridades ecuménicas.
Ambas partes discutieron el próximo Acuerdo Básico que clarificará el estatus legal de la Iglesia en Montenegro.
La Santa Sede enfatizó la necesidad de una restitución de bienes transparente y la protección de escuelas y organizaciones benéficas católicas.
Spajić reiteró el compromiso de su gobierno de salvaguardar la libertad de conciencia para todos los creyentes, citando la catequesis del Papa de 2023 sobre la dignidad humana.
Montenegro lidera los Balcanes Occidentales en las negociaciones de adhesión a la UE, aunque las reformas siguen inconclusas.
El Papa León XIV animó a perseverar, señalando que la integración europea “nunca debe reducirse solo a lo económico, sino que debe ser un proyecto de paz.”
Spajić agradeció el apoyo moral del Vaticano, afirmando que la doctrina social católica ofrece una brújula ética para la renovación democrática.
Ambos líderes deploraron el sufrimiento continuo en Ucrania y rezaron por un alto el fuego inmediato.
Montenegro, miembro de la OTAN, ha acogido a miles de refugiados ucranianos a pesar de sus recursos limitados.
El Papa elogió esta hospitalidad como un acto concreto de caridad, recordando a los oyentes que la solidaridad trasciende los bloques geopolíticos.
Los católicos en Montenegro apenas llegan al 3 por ciento, pero sus parroquias gestionan comedores sociales, centros juveniles y refugios de Cáritas.
La visita del Primer Ministro al Vaticano destaca su valiosa contribución social, mucho más allá de su peso estadístico.
Los obispos locales esperan que el Acuerdo Básico impulse las iniciativas laicales y las vocaciones enraizadas en el lema benedictino “ora et labora.”
La mayoría ortodoxa de Montenegro venera a muchos santos comunes a ambas tradiciones, como San Basilio de Ostrog.
El Papa León XIV instó a los católicos a cultivar “el ecumenismo de la caridad”, sirviendo juntos antes de debatir la teología.
La restauración conjunta de monasterios históricos podría convertirse en un signo visible de fraternidad, aliviando tensiones que ocasionalmente surgen.
Los jóvenes católicos montenegrinos suelen recorrer el costero “Camino de San Trifón”, una peregrinación revivida tras la pandemia.
La cobertura mediática de la audiencia puede inspirar a más jóvenes a redescubrir sus raíces cristianas a través de estos caminos.
Los líderes diocesanos ya planean recursos catequéticos que vinculen los temas de la peregrinación con el lema del Jubileo 2025, “Peregrinos de la Esperanza.”
La Santa Sede defiende de forma constante la voz moral de los estados pequeños, desde Timor Oriental hasta Andorra.
El encuentro de Montenegro con el Papa recuerda a los católicos que cada nación, por modesta que sea, enriquece la catolicidad de la Iglesia.
Cuando la unidad se construye sobre el respeto mutuo, la diversidad se convierte en un don y no en una línea de fractura.
Fratelli Tutti presenta el amor político como “una forma de caridad que busca el bien común.”
Al recibir a un primer ministro, el Papa ejerce una diplomacia sacerdotal orientada a la reconciliación, no al poder.
Los profesionales católicos en el servicio exterior pueden modelar este estilo: escuchar primero, proponer caminos de paz y rechazar el cinismo.
El Jubileo 2025 invita a todos los pueblos a cruzar los umbrales de la misericordia en Roma y en sus propias diócesis.
Los líderes de Montenegro ya han solicitado una peregrinación nacional guiada por sus obispos durante el Año Santo.
Estos pasos encarnan la convicción del Papa León XIV de que el Evangelio sana las divisiones cuando se vive en gestos concretos de amistad.
La reunión del 4 de julio entre el Papa León XIV y el Primer Ministro Milojko Spajić puede parecer un titular modesto en medio de la turbulencia global.
Sin embargo, resume la paciente diplomacia de la Iglesia, su preocupación por las comunidades minoritarias y su inquebrantable llamado a la paz en Europa.
A medida que se acerca el Jubileo, los católicos de todo el mundo pueden inspirarse en este encuentro, renovando su compromiso con la fraternidad que cruza toda frontera—geográfica, cultural o espiritual.